Causas y Síntomas del Intestino Irritable

Cuales son los síntomas no tan comunes que presentan los que tienen sindrome del colón irritable o también llamado síndrome del intestino irritable?

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    Hola, había perdido la esperanza de curar mi colón, pero eso cambió cuando encontre y seguí el novedoso tratamiento de la guía No Más Colón Irritable, ya no tengo que pasar todo el tiempo preocupándome por mi problema ni privarme de comer las cosas que más me gustan. Ahora quiero compartir este tratamiento contigo, aquí te dejo el enlace:

    Para tratar el síndrome del colón irritable (Síndrome del intestino irritable) recomienda este método:

    El síndrome del colon irritable es un trastorno gastrointestinal que afecta al intestino grueso (el colón), pero no causa inflamación ni un daño permanente. Entre los síntomas comunes del síndrome del colon irritable están:
    -Diarrea
    -Estreñimiento
    -Dolor abdominal, abotagamiento o cólicos
    -Gas
    -Moco en las heces
    Es posible que los síntomas vayan y vengan, y pueden cambiar en el mismo paciente.

    Una posible causa de esta enfermedad es la presencia de amalgamas dentales en boca o de otras aleaciones como protesis removibles o fijas.
    Haste revisar la boca a ver si encuentras la presencia de estos metales, si es asi, debes hacertelas quitar e iniciar un tratamiento de detoxicacion del mercurio acumulado en el organismo.Ademas debes hacerte una limpieza hepatica como lo recomienda la doctora HULDA CLARK.
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    Nombres alternativos: Colitis funcional; Neurosis intestinal; Colon irritable; Colitis por laxantes; Colitis mucosa; Indigestión nerviosa; Colon espástico; Síndrome del colon irritable (IBS)

    Definición:Es un trastorno complejo del tracto intestinal inferior, caracterizado principalmente por un patrón de síntomas que a menudo empeora con el estrés emocional.

    No es lo mismo que enfermedad intestinal inflamatoria (IBD) que abarca la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa.

    Causas, incidencia y factores de riesgo: El síndrome del intestino irritable involucra una combinación de dolor abdominal y diarrea y estreñimiento que se alternan. Existen muchas causas posibles; por ejemplo, puede haber un problema con el movimiento muscular del intestino o una baja tolerancia al estiramiento y movimiento del intestino. Sin embargo, no existe ningún problema en la estructura del intestino.

    Este síndrome puede ocurrir a cualquier edad, pero a menudo comienza en la adolescencia o principios de la vida adulta. Es más común en mujeres y los factores de riesgo pueden ser: dieta baja en fibra, estrés emocional, uso de laxantes, haber tenido un episodio de diarrea infecciosa u otra inflamación intestinal temporal.

    Este síndrome es muy común, pero sólo un pequeño número de personas busca tratamiento.

    Síntomas:
    Diarrea frecuente y crónica, usualmente acompañada de dolor
    Estreñimiento crónico y frecuente, usualmente acompañado de dolor
    Dolor o sensibilidad abdominal:
    después de las comidas
    aliviado por las deposiciones
    intermitente
    Llenura abdominal, gases, distensión
    Distensión abdominal
    Náuseas y vómitos
    Pérdida del apetito
    Ansiedad emocional
    Depresión

    Signos y exámenes:
    Los exámenes generalmente no revelan problemas. No todos los pacientes requieren endoscopia, especialmente si los síntomas comienzan temprano en la vida y han sido estables. Sin embargo, los pacientes que desarrollan síntomas de intestino irritable tarde en sus vidas generalmente requieren endoscopia.

    Los pacientes más jóvenes que presenten diarrea persistente pueden requerir una endoscopia para buscar una enfermedad intestinal inflamatoria (enfermedad de Crohn o colitis ulcerativa). En contraste, el síndrome del intestino irritable no es una afección inflamatoria, pero los síntomas pueden ser muy similares a los de la enfermedad intestinal inflamatoria.

    A los pacientes mayores de 50 años se los debe examinar en búsqueda de cáncer de colon.

    Tratamiento:
    El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas. En algunos pacientes, el cambio de la dieta puede ayudar a aliviar los síntomas, pero no hay una dieta que funcione para todos los pacientes.

    El incremento de la fibra en la dieta y la eliminación de las sustancias que estimulan los intestinos, como la cafeína, pueden ser benéficos. Hay otros tratamientos posibles como:

    Medidas para disminuir la ansiedad, como el ejercicio regular
    Medicamentos anticolinérgicos antes de las comidas
    Asesoría profesional en casos de ansiedad o depresión severas
    Medicamentos antidiarreicos
    Antidepresivos en dosis bajas

    Expectativas (pronóstico):
    El síndrome del intestino irritable puede ser una condición crónica que dure toda la vida, pero a menudo los síntomas mejoran o se alivian durante el tratamiento.

    Complicaciones:
    Molestia
    Deshidratación
    Desnutrición resultante del hecho de rechazar los alimentos
    Depresión

    Situaciones que requieren asistencia médica:
    Se debe buscar asistencia médica si se presentan síntomas del síndrome del intestino irritable o se observan cambios persistentes en los hábitos intestinales.

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    COLON IRRITABLE

    ¿Qué es?
    El colon irritable, cuya denominación más exacta es «Síndrome del Intestino Irritable» (SII), es un cuadro crónico y recidivante (con tendencia a las recaídas) caracterizado por la existencia de dolor abdominal y/o cambios en el ritmo intestinal (diarrea o estreñimiento), acompañados o no de una sensación de distensión abdominal, sin que se demuestre una alteración en la morfología o en el metabolismo intestinales, ni causas infecciosas que lo justifiquen. El SII también se ha denominado colitis nerviosa, colitis espástica ó colon espástico. Todas estas denominaciones se consideran hoy erróneas e incompletas.

    ¿Cuáles son sus causas?
    Hasta hoy, no se conoce ningún mecanismo único que explique por qué los pacientes con SII sufren estos síntomas de forma crónica y recidivante. Desde un punto de vista general, lo más aceptado y demostrado es que existen alteraciones de la motilidad (del movimiento) y/o de la sensibilidad digestiva, influenciadas por factores psicológicos. Además, se han propuesto otras diferentes alteraciones que también podrían influir en esta enfermedad: gastroenteritis, intolerancias alimentarias, alteraciones hormonales y factores genéticos.

    ¿Cuáles son sus síntomas?
    Los síntomas digestivos propios del SII son el dolor y la distensión abdominales, y la alteración del ritmo intestinal. El dolor abdominal suele ser difuso o localizado en hemiabdomen inferior, habitualmente no irradiado, de tipo cólico, opresivo o punzante, en general leve o de moderado intensidad, con una duración inferior a las dos horas, que alivia tras la defecación y que suele respetar el sueño. El inicio o la presencia del dolor abdominal se asocia habitualmente con deseos de defecar o con cambios en la frecuencia o consistencia de las deposiciones y frecuentemente, el paciente relaciona su comienzo con la ingesta de algún alimento. Las alteraciones del ritmo intestinal pueden manifestarse con predominio del estreñimiento o de la diarrea, o de forma alterna diarrea-estreñimiento. La distensión abdominal y el meteorismo se desarrollan progresivamente a lo largo del día y son referidas como "exceso de gases". Son frecuentes la saciedad precoz tras la ingesta, las nauseas, los vómitos y el ardor torácico (pirosis). Otros síntomas son la sensación de evacuación incompleta y la presencia de moco en las deposiciones.

    ¿Quién puede padecerlo?
    El SII muestra una clara predilección por las mujeres (14-24 por ciento frente al 5-19 por ciento en los varones). Suele aparecer antes de los 35 años, disminuyendo su incidencia a partir de los 60 años. Es más frecuente en pacientes con otras patologías digestivas funcionales (sobre todo dispepsia -molestias inespecíficas de estómago- no ulcerosa), en mujeres con alteraciones ginecológicas (dismenorrea) y en pacientes con enfermedades psiquiátricas (bulimia, depresión, esquizofrenia).

    ¿Cómo se diagnostica?
    El diagnóstico se basa en una minuciosa historia clínica junto a una completa exploración física, las cuales nos orientarán hacia la posibilidad de tratarse de un SII. Entonces, para completar el diagnóstico de sospecha, deberemos realizar diversas pruebas complementarias que nos descarten la existencia de patología orgánica (diagnóstico por exclusión). Entre estas pruebas complementarias podemos incluir análisis generales y específicos de sangre, orina y heces, estudios radiológicos de abdomen con y sin contraste, ecografía abdominal y sigmoidoscopia/colonoscopia. Dependiendo de los síntomas y de la edad del paciente, determinaremos en cada caso las pruebas más adecuadas para llegar al diagnóstico de SII.

    ¿Cuál es el tratamiento?
    Es preciso proporcionar al paciente una información adecuada y comprensible sobre las características de su enfermedad, especialmente de su cronicidad y del pronóstico benigno de la misma. Establecer una buena relación paciente-médico favorecerá la evolución y disminuirá el número de consultas. No hay que minusvalorar las molestias del paciente, ya que sus síntomas son reales.Una vez que el paciente haya entendido su enfermedad y haya podido resolver todas sus dudas, se pueden iniciar diversos tratamientos dependiendo de la naturaleza e intensidad de los síntomas.

    Las posibilidades actualmente disponibles incluyen:

    - Medidas higiénico-dietéticas: evitar temporalmente aquellos alimentos y bebidas que desencadenen o empeoren sus síntomas (tóxicos como el tabaco, estimulantes como el alcohol y el café, los que produzcan gases en exceso, etc.). Aconsejar la realización de ejercicio físico adecuado a su edad y evitar el sedentarismo. Si predomina el estreñimiento habrá que aconsejar el aumento en la ingesta de fibra (frutas, verduras, cereales, ensaladas, ...)

    - Fármacos: sólo cuando la intensidad de los síntomas así lo aconseje, dirigidos a controlar el síntoma predominante y durante un periodo limitado de tiempo. Pueden ser inhibidores de los espasmos (espasmolíticos), estimulantes de la motilidad (procinéticos), antidiarreicos, laxantes, antidepresivos y ansiolíticos.

    - Otras: psicoterapia, acupuntura e hipnoterapia.

    ¿Cuál es el pronóstico?
    El SII es un proceso crónico que cursa con periodos asintomáticos junto a recaídas frecuentes. En general, se asocia con un buen pronóstico, siendo la expectativa de vida similar a la de pacientes sin la enfermedad. El problema redunda en la calidad de vida: los síntomas y las limitaciones impuestas por la enfermedad empeoran la calidad de vida en todas las esferas (limitaciones sociales, absentismo laboral, actividad física, percepción de su salud).

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