Técnicas Naturales para Curar el Intestino Irritable

La causa originaria del síndrome del colon irritable sigue siendo un misterio. Los expertos sospechan que una proliferación excesiva de bacterias, una infección gastrointestinal u otros factores pueden hacer que los músculos de las paredes intestinales se muevan demasiado rápido o demasiado lento. Además, los nervios de los intestinos se vuelven muy sensibles.

SÍNTOMAS A LOS QUE DEBE ESTAR ALERTA
Dolores y cólicos abdominales, hinchazón, meteorismo, diarrea o constipación (o ataques alternados de ambos), mucosidad en las deposiciones.

IDEAS DE VANGUARDIA
Cuando sufras de un problema estomacal, descansá cuanto sea necesario. Existen nuevas evidencias de que intentar hacerse el fuerte cuando se sufre de una infección gastrointestinal incrementa el riesgo de presentar síndrome de colon irritable posteriormente. Cuando los investigadores de la Universidad de Southampton, en Inglaterra, se pusieron en contacto con 620 personas que habían sufrido de infecciones gastrointestinales en el pasado, descubrieron que quienes se habían esforzado por seguir un ritmo normal (por ejemplo, quienes habían seguido trabajando hasta caer en cama) durante su enfermedad tenían más probabilidades de presentar síndrome de colon irritable que aquellos que descansaron adecuadamente.

El síndrome de colon irritable es un misterio y una frustración. Los expertos afirman que los dolores, los espasmos, la diarrea y la constipación causados por este problema digestivo parecen ser el resultado de movimientos intestinales demasiado rápidos o muy lentos, y de nervios que se vuelven sensibles a la menor presión después de comer. Estas soluciones funcionan, pero debés ser paciente. Es posible que debas probar una combinación de varias de ellas antes de encontrar un plan de prevención que le sirva.
Estrategias clave para la prevención

Detectá las comidas problemáticas. Muchas personas que sufren de colon irritable saben por experiencia qué comidas causan problemas. Los alimentos problemáticos más comunes incluyen el alcohol, el chocolate, las bebidas cafeinadas, los productos lácteos y los edulcorantes sin azúcar, como el sorbitol y el manitol. Las personas que tienen problemas de gases e hinchazón también pueden ser sensibles a las legumbres, el brócoli, el repollo y la coliflor. A otros, las comidas muy grasosas pueden causarles dolores intestinales.
Cuando los investigadores de la Facultad de Medicina del St. Georges Hospital de Londres analizaron la sangre de 132 personas con síndrome de colon irritable y 42 personas saludables que se expusieron a 16 alimentos comunes, las personas del grupo con esta afección mostraron niveles más altos de un anticuerpo denominado IgG4, asociado con la intolerancia a ciertos alimentos, en respuesta a la carne de vaca, la carne de cordero, la carne de cerdo, la soja y el trigo. Por esto, los científicos recomiendan que si sufrís de colon irritable, prestes mucha atención a cómo te sientís unas horas después de ingerir estos alimentos. Aquí encontrará algunos consejos para detectar las comidas problemáticas.

Paso 1: Controlá tus síntomas. Escribí la fecha, el tipo de síntomas que estás sufriendo, cuánto tiempo duran, qué comiste –y cuánto– un día o dos días antes, los medicamentos que hayas tomado y qué estabas haciendo inmediatamente antes de comenzar a sentir molestias. Después de 14 días, busca coincidencias.

Paso 2: Eliminá una comida sospechosa a la vez. En otro estudio británico, las personas que eliminaron los alimentos problemáticos notaron una mejoría del 26 por ciento en los síntomas. Si eliminás un alimento por vez, tendrás una idea más clara de qué es beneficioso y qué no.

Investiguar los antibióticos. Los investigadores de enfermedades digestivas creen que el crecimiento excesivo de bacterias en la parte superior del intestino (un lugar que debería albergar pocas bacterias) podría explicar muchos de los síntomas confusos y difíciles de tratar del síndrome de colon irritable. En un estudio, un grupo de investigadores de la Universidad del Sur de California encontró evidencia de que el 84 por ciento de los voluntarios con colon irritable presentaban un crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado. Quienes tomaron antibióticos para eliminar estos huéspedes indeseables presentaron una mejoría del 75 por ciento en los síntomas del síndrome de colon irritable. En otros estudios se llegó a un índice menor, del 36 por ciento. Algunos médicos utilizan un tratamiento de 10 días con rifaximina, un antibiótico que permanece en el intestino (no se absorbe en el torrente sanguíneo). Otros utilizan un antibiótico de amplio espectro. Los expertos dicen que es posible que los pacientes con síndrome de colon irritable deban repetir el tratamiento cada dos o tres meses.

Intentar comer más fibra. Hasta hace poco, los expertos en enfermedades digestivas recomendaban mucho las dietas altas en fibra para las personas con colon irritable. Popularmente, se cree que la fibra soluble –presente en legumbres, peras, cebada y algunos suplementos de fibra– podría hacer más firmes las deposiciones de quienes sufren de diarrea, mientras que la fibra soluble e insoluble, que se encuentra en el pan integral y muchas verduras, podría acelerar los movimientos intestinales de quienes padecen constipación. En un estudio de la Universidad de Pittsburgh sobre 81 personas con síndrome de colon irritable, el 26 por ciento dijo sufrir menos dolor abdominal e hinchazón al adoptar una dieta con más de 25 gramos de fibra por día. Pero otros estudios muestran que la fibra no es una solución milagrosa: algunas personas sienten más dolor y en otras casi no hace efecto. Si deseás intentarlo, empezá lentamente. Cambiá un alimento bajo en fibra por otro rico cada día (por ejemplo, reemplazá el pan blanco por pan integral) durante una semana y controlá cómo te sentís. Si te sentís bien, cambiá otro alimento. Asegurate de beber mucha agua para que la fibra no cause constipación.

Relajarse, de pies a cabeza. La relajación muscular progresiva alivia el estrés, lo cual a su vez parece reducir la sensibilidad al dolor causado por el colon irritable. En un estudio a pequeña escala realizado por la Universidad Estatal de Nueva York en Albany, las personas con esta afección que practicaron esta técnica a diario durante un mes tenían cinco veces más probabilidades de experimentar una mejoría en el dolor y los espasmos que quienes no utilizaban la técnica. Cómo hacerlo: sentate o acostate en un lugar cómodo. Cerrá los ojos, respirá profundo e imaginate el estrés saliendo de sus músculos. Comenzando por los pies, contraer cada grupo muscular y luego dejar escapar la tensión para que los músculos queden más relajados que cuando empezaste. Luego siguí con las pantorrillas, los muslos y continuá hasta llegar al cuello, el rostro y la cabeza.

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